En el segundo tramo retomó hasta Chauchillas, Dique de Los Quirogas, la Banda, la Aurora, Clodomira, Forres, Brea Pozo, Loreto, Sumamao, arribando nuevamente el sábado 20 a las 13.15, en las intersecciones de Belgrano y Solís.
Álvarez inició su travesía con un grupo de apoyo, que constaba de dos personas en un vehículo y dos ciclistas que le hicieron compañía en los primeros kilómetros. El primero, Ricardo Franco (argentino que vive en España), inició en la salida hasta cubrir los 150 kilómetros iniciales. Después llegó el turno de su amigo incondicional Julio Torres y su esposa Laura Elías de Álvarez que esta le hizo el aguante desde un automóvil.
El pedalista comentó que en la primera etapa la pasó muy mal ya que sufrió mucho la humedad y estuvo cerca de deshidratarse cuando arribaba al cerro, pero pudo controlar y bajar bien; en La Madrid llegó el cambio climatológico; además de tener una ventaja de 45 minutos de lo planeado previamente, pero luego el viento y la tormenta me quitaron una hora de tiempo desde La Madrid a Las Termas de Río Hondo. Luego el viento en contra también jugó en contra hasta la ruta 64, llegando a Los Cerrillos 45 mas tarde de lo previsto arribando a las 19.45. Fue ahí cuando aceleré de vuelta a Santiago para recuperar algo de tiempo.
En la segunda etapa completó el tramo hasta cubrir 450 kilómetros regresando a la capital santiagueña para totalizar los 800 kilómetros. Con respecto a esto Emilio sostuvo, "tuve lluvia de noche por Chauchillas, con dos tormentas fuertes donde debí parar; el sueño también fue otra de las contras ya que en los descansos me dormí dos veces y otra arriba de la bicicleta también, pero saque fuerzas y terminé cumpliendo el objetivo, llegando muy cansado, pero feliz a la meta final encontrándome con muchos seres queridos, que estuvieron siempre y me brindaron su apoyo en la llegada recibiéndome, para compartir esta alegría junto conmigo".