En el primer tiempo, Jaguares pudo además de marcar, contener también a su rival que tuvo intensidad, campo y pelota para disponer pero le costó perforar la defensa prolija del local que lo complicó para generar fases. Sí, Bulls consiguió jugar cerca y generar peligro, pero hasta ahí llegó.
El try de Delguy en la jugada final del primer parcial marcó la tendencia para lo que vendría luego.
En el segundo tiempo, entonces, otra fue la historia y quedó bien clara cómo se iba a desenvolver en los primeros diez minutos. Los tries, pero no sólo eso. La presión, la intensidad, la precisión, la dirección, la definición… todo fue acertado, justo, claro.
Jaguares aseguró la victoria cuando, a pesar de estar tranquilo arriba en el marcador, siguió acelerando y definiendo cada quiebre de manera positiva.
El partido que Jaguares necesitaba en casa, fue una obra maestra de la concentración y el convencimiento. Ahora, se viene Sharks el viernes. A seguir por este camino.
Tomás Lezana, Tercera línea y capitán de Jaguares
“Salimos a buscar dominarlos en el contacto, a sabiendas que ellos tenían y tienen su fuerte ahí. Ellos evolucionaron mucho su rugby, pero siguen siendo muy agresivos en los delanteros y teníamos que ser sólidos. También, teníamos que ser pacientes, y hoy recuperamos pelotas importantes, fuimos seguros en defensa cuando nos vimos acorralados y por eso vino el partido como vino, porque pudimos hacernos más fuertes”.
“En el entretiempo hablamos de tener más la pelota, de cuidarla, de no arriesgarla sin necesidad y hacer nuestro juego y no impacientarnos a la hora de defender. Hicimos todo eso y nos dio resultado. Además, fuimos precisos”.
“A la presión tratamos de convertirla en confianza y onda positiva. Es la clave, no hay misterios”.