El ferroviario no jugó bien pero hizo mas méritos que su rival para llevarse el triunfo aunque finalmente terminó festejando un empate ya que el punto le permite no bajar en soledad al último lugar en la tabla de los descensos. Increíblemente los dos equipos que luchan por no descender (Central Córdoba por el interior y Temperley por la zona Metropolitana) clasificaron a los cuartos de final de la Copa Argentina.
El juego fue impreciso y muy cortado. Brown jugó de contra y siempre trató de hacer correr los minutos, sin llegar con claridad al arco defendido por Taborda.
El local, tuvo un par de oportunidades, pero careció de definición, y cuando la tuvo en un remate certero de Enzo Pérez, el balón se estrelló en el palo izquierdo de Martín Ríos.
En el complemento, se fue lo mejor del conjunto dirigido por Pablo Vicó, Central le dio espacios en su afán por atacar, y los de Adrogué ganaron metros en el terreno de juego.
A los 31 minutos, una triangulación entre Olivares y Stegman terminó en los pies de Leandro Garate para empujarla y dejar en silencio a todos los presentes en el barrio Oeste. En la primera clara, la visita marcaba y se llevaba un premio excesivo.
Coleoni movió el último cambio, y lo hizo entrar a Pablo Ortega en lugar de Diego Jara para buscar mas profundidad y tratar de llegar jugando al área rival.
Esto le salió bien al DT santiagueño, Ortega cuando se consumían los segundos fue derribado dentro del área, y el árbitro Sebastián Mastrangelo no dudó y acertadamente cobró la pena máxima que luego Javier Rossi cambiaría por gol.
Con el final todo el platel de Brown fue enérgicamente a reclamarle al juez del partido la falta cobrada y terminó con el árbitro rodeado por la policía provincial.