España tuvo un mejor comienzo en este encuentro, anotando 14 de los primeros 16 puntos del partido, y aunque Argentina consiguió varios parciales para recortar la ventaja de España, el equipo del entrenador Sergio Scariolo resistió todas las intentonas argentinas.

El conjunto europeo también presentó una defensa extremadamente apretada sobre Argentina, que tuvo que sangrar por sumar cada punto. Por primera vez en la Copa del Mundo, Luis Scola se mantuvo sin anotar durante una mitad entera, y eso sin duda tuvo un impacto negativo en la búsqueda de Argentina de su segundo trofeo de la Copa del Mundo.

El equipo del entrenador Scariolo nunca disminuyó la presión, intensificando su agresividad en ambos extremos de la cancha a medida que avanzaba el partido, incapacitando a Argentina de cambiar el rumbo y asegurando su octavo triunfo en ocho partido en la Copa del Mundo contra los argentinos.

El déficit de 12 puntos de Argentina al descanso todavía parecía manejable dada su explosividad, pero fueron los españoles los que metieron una marcha más y cerraron el partido en el tercer cuarto. Después de que los argentinos abrieron la segunda mitad anotando unos tiros libres Luca Vildoza, España firmó un parcial de 14-0 que amplió su ventaja hasta el 55-33. Ese colchón de 22 puntos demostró ser más que suficiente para mantener a Argentina a raya el resto del partido.

España mostró su poder en la pintura y le mostró a Argentina que ellos también pueden ejecutar un ataque más que fluido. Los españoles superaron a los argentinos, 47-27 en el rebote, y los superaron en la pintura por 44-30 en puntos. El equipo del entrenador Scariolo también anotó mucho mejor en tiros de campo, logrando el 48% de sus tiros de campo en comparación con solo el 36% para Argentina.

Argentina fue uno de los equipos más atractivos para ver en toda la Copa del Mundo, y mostraron un juego increíble en ambos lados de la cancha.