"Fue una pelea de perros" fue la descripción que hizo el DT Ferroviario sobre el partido. Y no estuvo errado. Jugado con intensidad, chato en líneas generales, con sacudones esporádicos, Central Córdoba pudo llevarse todo en ese mano a mano de Galeano, pero también pudo haberse quedado sin nada si es que no aparecía la figura estelar del Ruso Rodríguez.
Con un Vega demasiado impreciso, lo mejor del Ferro se vió cuando Galeano contagió al "Yacaré" para cuidar la pelota. El resto aportó sacrificio, pero se mostraron bastante desconectados en la hilvanación de jugadas.
Hay jugadores que no terminan de convencer -Miracco, Cristaldo- y otros que tienen anemia futbolística -caso Alzugaray-. El debut de Galván fue aceptable, bien acompañado por Nani. Colectivamente el equipo tuvo estructura, pero hay que mecanizar con mayor fluidez algunos movimientos en ataque.
Son buenas noticias seguir fuera de la zona roja, pero Central nunca podrá darse el lujo de relajarse en esta Superliga. Banfield, el sábado por la noche, se anuncia como otra faena altamente desgastante.
Por el Gringo Ceballos