En el comienzo, la presión de Sportivo se hizo sentir en los primeros 15 minutos, y tal vez haya sido el lapso de todo el partido en el que Desamparados jugó mejor. Ganó con Ramírez y su velocidad, se movió bien Davio por el centro y en especial, por la izquierda, Carlos Lucero amagó con ser la figura de la noche.
Es más, a los 15’ metió un pelotazo que se le clavaba en la espalda al arquero Montenegro pero hubo reacción y la sacó al corner.
Era y fue el mejor momento de Sportivo que siguió insistiendo pero ya sin la claridad de aquel arranque y Güemes lo metió en su juego porque cortó mucho, se cerró muy bien atrás y le fue cortando los caminos para lastimarlo.
A los 33 minutos, Erwin Ramírez tuvo una chance pero su definición se fue por arriba.
En el complemento, se esperaba el aluvión verdiblanco pero nunca se concretaría. Es que Güemes lo volvió a poner incómodo, lo llevó al roce permanente y los sanjuaninos empezaron a nublarse apurado por la presión de tener que abrir el marcador y hacer esa diferencia que puede ser vital para clasificar.
Sin fútbol, llovieron más pelotazos para el duelo en solitario de Davio mientras que ni Terrero ni Lucero por los dos costados pudieron desequilibrar.
El local se fue vistiendo de impotencia. Quería y no podía. Dillon mandó a Silvio Prieto para buscar soluciones por el piso y aparecieron algunos destellos.
Claro, nunca lo suficientes como para cambiar una historia compleja, incómoda, molesta.
Güemes logró el mejor resultado ante un rival y cancha complicada. Ahora en "La Isla" tendrá la gran posibilidad de hacer valer su localía para seguir avanzando en el certamen.
Fuente: Diario de Cuyo